YO EL SOL
Arde mi interior,
fuego azul sin compasión
al clamado,
encontrado,
amor,
por deslumbrar.
Vides, quimeras de sí,
presas de su sombra,
que les lleva.
Guerra al respaldado albor.
Por ser único,
sin condición,
muy sencillo,
de que escribo
o hablo con las manos,
mis palabras son mejores,
que el injertado silencio,
en estáticos límites,
de enarboladas espirales.
Por visualizar...
Al cerrar mis ojos de grillo,
lunáticos de ellos mismos,
con su marea oceánica, en brillo,
iridiscente,
al complaciente beso,
de unos labios sedientos,
en caos febril de pasión,
enamorado caracol,
avanza sin permiso,
ni final.
Tu lengua sin acabar;
resguardos oníricos del ser,
con razón
y hábil tenaza de bondad ,
coraza mas su premisa:
-Levantarme cada mañana,
habiendo hecho,
algo mejor, que ayer,
porque uno es lo que hace,
si soy también lo que siento,
aparte de deidad de mí mismo,
como el sol.
Soy tu eterno acompañante,
porque del amor que por ti siento,
me envuelvo de flores de Odín,
contigo mi Ostara la Brillante.
Förüq Castellano Miguel Esteban
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