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Mostrando entradas de septiembre, 2022

Auge del mortal eterno

26 de Julio de 2022 Asumo un aniversario digno de recuerdo, cumplo trescientos treinta años del designio fausto del Panida trigo nacido, en comparativa soy un mortal inmortal jovial, si existe la eternidad me preguntaba al correr de siglos sin hallar respuesta válida cadencia de haber estado  en existencia puede, II He conocido sortilegios, encantamientos por los que su víctima cae en un letargo de sueño para despertar a los cien lustres siguientes. Sostener la carga del tiempo nunca es bastante, oh, transcurrir infinito de la sed. Alquimista de sigilos y silencios esenciales, un día susurró mi Musa que el amor y la seguridad  eran enemigos mi esperanza era total pero no, mi miedo a ser feliz. III Musa Luna sempiterna era coqueta y en ocasiones hacía que me muriera de celos, seguíamos  viéndonos a escondidas yo, humilde descendiente de Candamvis adorador de Mercurio,  mi Sol fierro, anhelaba cobrar mis lágrimas dulces vueltas versos por y para ella siempre veía a los celos mordientes

Auge del mortal eterno

26 de Julio de 2022 Asumo un aniversario digno de recuerdo, cumplo trescientos treinta años del designio fausto del Panida trigo nacido, en comparativa soy un mortal inmortal jovial, si existe la eternidad me preguntaba al correr de siglos sin hallar respuesta válida cadencia de haber estado  en existencia puede, II He conocido sortilegios, encantamientos por los que su víctima cae en un letargo de sueño para despertar a los cien lustres siguientes. Sostener la carga del tiempo nunca es bastante, oh, transcurrir infinito de la sed. Alquimista de sigilos y silencios esenciales, un día susurró mi Musa que el amor y la seguridad  eran enemigos mi esperanza era total pero no, mi miedo a ser feliz. III Musa Luna sempiterna era coqueta y en ocasiones hacía que me muriera de celos, seguíamos  viéndonos a escondidas yo, humilde descendiente de Candamvis adorador de Mercurio,  mi Sol fierro, anhelaba cobrar mis lágrimas dulces vueltas versos por y para ella siempre veía a los celos mordientes

NOCTURNO PODER

I Noche que avanza irisando los límites terrenos, enardeciendo las ascuas de alas perennes, arrastrando y sosegando los presagios de la luz; labios como morcieguillos alumbrados, y escamas volantes de peces en aire, súplica que aguante el día deja su cielo, que palidece, azures bailan el evanescer de la señora luna, dejando las ondas del sol, que reposa, en su infinita seda deja de vibrar para ella su difunta estrella; II Espumosa coyuntura que trae la mar serena, oh, flor de vena, en cientos porciones, coágulos de aire desaliñado oh luz, atrapada en vientre nocturno, eterna ala jamás cansada, mi cima de corazón sangrante avanza por nieves besadas, y sortilegios claros depositados en veneradas plantas, santa presencia entre mar y ola, entre espuma y salitre un cuarto creciente, III que cuando esté repleto, crecido, de esa vástaga luz, ni pudiendo  se escapa, de lejano emblema de infinito solitario; Luna en fase de abandonar la ausencia plañidera, oh, mi animalito nocturno qué bravura i

NOCTURNO PODER

I Noche que avanza irisando los límites terrenos, enardeciendo las ascuas de alas perennes, arrastrando y sosegando los presagios de la luz; labios como morcieguillos alumbrados, y escamas volantes de peces en aire, súplica que aguante el día deja su cielo, que palidece, azures bailan el evanescer de la señora luna, dejando las ondas del sol, que reposa, en su infinita seda deja de vibrar para ella su difunta estrella; II Espumosa coyuntura que trae la mar serena, oh, flor de vena, en cientos porciones, coágulos de aire desaliñado oh luz, atrapada en vientre nocturno, eterna ala jamás cansada, mi cima de corazón sangrante avanza por nieves besadas, y sortilegios claros depositados en veneradas plantas, santa presencia entre mar y ola, entre espuma y salitre un cuarto creciente, III que cuando esté repleto, crecido, de esa vástaga luz, ni pudiendo  se escapa, de lejano emblema de infinito solitario; Luna en fase de abandonar la ausencia plañidera, oh, mi animalito nocturno qué bravura i

Agua socarrada, elíptica travesía solícito

 Agua socarrada, elíptica travesía: Analizo la luz en tu mirada, leo flagrante tu alma. Horno de fuego lleno, como pisar un abrojo  y blando sabor degustar, estampido del trueno atribuyo, rebelión venciendo, ya se escuchan rumores sordos, precursores de tempestades. Torrentes sin cauce la turba desemboca a mi senda, yo soy como las vigas de Himeto no preguntes más. Que ya mi amada labra la columna que me cincela. Heredero he sido de cuanto he servido. El múrice me guarda servil en mi travesía por mar Laconio cielo, inspiración, canto corre anhelo voraz. este mi sepulcro reverdezco hollando lindes, preguntando a Prometeo, sin sobornar a Carón resignado, el Leteo ni descendientes traspasar mi puente pueden. Chispeante tu cielo, su rubor satisfecho oso al por mayor. Instantes melosos veo en su colmena de labios. Agradezco por enunciar mariposas nocturnas, poso de almas condenadas. Orados recursos en vigilia que enseña cátedra tu silencio, estruendosos llamados  a cosechar en gotas tu alma

Agua socarrada, elíptica travesía solícito

 Agua socarrada, elíptica travesía: Analizo la luz en tu mirada, leo flagrante tu alma. Horno de fuego lleno, como pisar un abrojo  y blando sabor degustar, estampido del trueno atribuyo, rebelión venciendo, ya se escuchan rumores sordos, precursores de tempestades. Torrentes sin cauce la turba desemboca a mi senda, yo soy como las vigas de Himeto no preguntes más. Que ya mi amada labra la columna que me cincela. Heredero he sido de cuanto he servido. El múrice me guarda servil en mi travesía por mar Laconio cielo, inspiración, canto corre anhelo voraz. este mi sepulcro reverdezco hollando lindes, preguntando a Prometeo, sin sobornar a Carón resignado, el Leteo ni descendientes traspasar mi puente pueden. Chispeante tu cielo, su rubor satisfecho oso al por mayor. Instantes melosos veo en su colmena de labios. Agradezco por enunciar mariposas nocturnas, poso de almas condenadas. Orados recursos en vigilia que enseña cátedra tu silencio, estruendosos llamados  a cosechar en gotas tu alma

Entierro de Síloco

En recuerdo quedaba el grato murmullo, vivo del agua grato como grande mi sed de lluvia este otoño seco. Fue mi noche un gran descuido, II despierto yo, hasta una hora que la luna bailaba sola. Al día siguiente hubo un difunto en el tercero de cuerpo presente y mío, duré de madrugada III a medio día en un mundo onírico del cual divisé mi entierro en sueño de un loco, creo hasta entró mi gato a amasar IV mi pancita como si le fuera a dar algo soñé hasta una voz estridente me decía que llegaba tarde para ir a trabajar y yo dije que trabajo cuando quiero. Förüq Esteban

Entierro de Síloco

En recuerdo quedaba el grato murmullo, vivo del agua grato como grande mi sed de lluvia este otoño seco. Fue mi noche un gran descuido, II despierto yo, hasta una hora que la luna bailaba sola. Al día siguiente hubo un difunto en el tercero de cuerpo presente y mío, duré de madrugada III a medio día en un mundo onírico del cual divisé mi entierro en sueño de un loco, creo hasta entró mi gato a amasar IV mi pancita como si le fuera a dar algo soñé hasta una voz estridente me decía que llegaba tarde para ir a trabajar y yo dije que trabajo cuando quiero. Förüq Esteban

Sombra de Paraíso