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CATARSIS

 















Catarsis:


marzo 05, 2021



Verdad

quién te encontrase, 

tu idea eterna perdida 

mi vía para cerrar los ojos

ausencia que revive la voz

iridiscente abismo de color

perder conocimiento

introspección del vacío

perpetuo de locura 

ausencia llamada dicha

gozo del millón de caras

invenciones 

deseos 

inspiración del rayo de Sol

sueños en la realidad incendiada

seguridad tejida

a través del cielo

sueños del alma

donde cada sangre 

grita su libertad

yo no estoy hablando

ni tú escuchando

puedo verte sin mirar

escucharte gritar

mi momento llegó 

las promesas derritieron

quedó el sentir añil

de quien fui

sigo el final de los días del hombre

despierto para caminar al Sol

cargo en la espalda 

mis pasados pensamientos perdidos

asedios de mente

blindados de quien quise ser

desierto embalse de recuerdos ahogados

sangrando el ruido del destino incierto

quedó ser yo mismo

el caos en esencia de sí mismo.



II

CATALEPSIA Oda a reina Musa:


Catatonia madre de impresión superior,

que encumbras musa y te encumbra de este nicho de bronce,

lápida con flor de silencio,

Oh Catatonia,

flor de muerto de esquela en sangre viva,

yerto circulaba de aflicción,

en oscuro tapial primero,

al suburbio universal,

señero por señal,

de mis signos yertos vitales,

te ensalzo sangre,

que amurallo tus sones vestigios,

piramidales,

titánico siembro,

el númen victorioso

mi gesta,

vestal de cuervo Förüq su madre

Oscuridad, sacerdotisa.

Del tercer orden las cosas habidas,

dilucidadas extensas.

Queda solear, este solar,

de letra perdida

hasta atronar mi vuelta a la novena espada,

que el guerrero Miedo,

me conocerá.

Para cantar mi victoria

de todo parco lugar.



Förüq Castellano


III



Mira mis ojos,

es lo que no reconoces,

el verde metálico del gris en turquesa bañado,

el azur dentro de mi noche perenne

sobre la copa mis árboles,

te hablaré como el amor flagrante,

que exuda, que dirige sin parca compostura,

sin directriz,

no sea complacernos Musa,

oh, si osase tu gemida ventura,

oh, si elucubrase tatido feroz,

de alma a pecho,

de carne a víscera,

no se desdibuja osadía,

en alarido interno,

ni mi sentir cae disuelto,

sin tu cobre mirada que electrificas,

saber preso en tela d’ esta araña,

hemos venido por el miedo descalzos,

canta el mirlo nunca de nuevo,

osará la mentira vestirse Miguel

de tu realidad falsa,

ni la mentira verdadera

dejará de ser mentira.

Vengo de sones de abajo,

mirando alto,

necesito tu oscuridad para recto poder dormir,

necesito sueño para embeber tu cuerpo,

hasta esencia sanguinosa,

oh, granate sangre mercurial,

dame espada.

Regiré alarido vestido,

de florestas y azares,

sí con sabores a mujeres desnudas,

será la tierra tu piel,

cándida, ensoñada,

te abrigaré hasta el sentido,

que llora nuestra subrepticia

nuestra noche llorada,

el tiempo derretirá,

habrá premisa de arroparnos en vivos colores,

vistiendo infiernos de flores,

sólo será cenit y dolmen de placer expuesto,

como alma que encuentra cuerpo,

como verdad y templo,

función,

y sierpe de sangre,

aleteo precoz demente,

ser pez de tu cristal en tu espuma de vientre.



Förüq castellano Miguel Esteban




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