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Hasta el fin

 












Cavo la profundidad enigmática,
tu verbo que me florece
como ababoles sanguinosos todo junio,
entre el claro oscuro matinal,
y vidrios de cielo cual cristales azules,
una revolución me cursa el auge;
dentro del sueño flamígero,
miro y avanzo,
mantengo atento y en fase armada,
por ti, por mí,
por este rifle,
amada poesía
de silencio vertical azur.
sombras madre me acojen,
voy en travesía
mi corazón brotó,
mi alma reverdece,
hoy fue el día incontable,
miré través su densa tiniebla,
entre opacidad y muros de comensales ideas,
mi soledad zarpaba
un eje doliente,
una ruta desapagada,
miré lo que solo se puede sentir,
revoló un cuervo azabache cerca mi dama graja,
vi la sombra densa
una desolación, un impedimento pesado,
como Mundo a espaldas del titán Atlas,
miré dentro de la oscuridad
para poder ver la luz,
desveló
que vivo por suplicio despierto,
infausto, escritor poeta
pintor del infrasentido arte
de adorarte 
lo que habita a espaldas lo visible,
a mi diestra
sangre y corazón 
a lado izquierdo,
no busques Musa maldad de razón,
vivo porque te miro,
te miro porque por ti vivo,
asume cargo Señora Hada Leannán-Sídhe,
dueña de toda profundidad,
abismática que su obscuridad me llama,
vestidos ambos del signo la luna azabache
carta en mesa presa
quiéreme te digo,
peores que yo, aún no han nacido.



Förüq y Leannán-Sídhe

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