Ir al contenido principal

Vívida sangre Escarlata







 




Una creencia para el gris
afuera, para el gris
dentro la lluvia,
rojo, azul, púrpura, negro,
hacen blanco,
blanco es tu amor,
blanco es el color,
todos los colores
hacen negro,
¿o blanco?
No lo sé
mientras tanto seguiré
amándote en silencio,
¿ y la inversa del azul,
rojo le creí,
y del rojo amor
tu azur aura índigo,
Blanco es mi amor,
que eres tú,
llámese objetivo,
todas tus creencias
serán resurgidas,
renacidas,
un gris dentro de la lluvia,
mi vida suena que aflora,
la creencia,
todo en cuanto creo,
volverá a vivir, 
un gris, afanoso afán,
por ser negro,
por ser blanco a la vez,
conjunción,
de ying y yang,
avanzo a la montaña sanadora,
no hay ley,  mi amor perdió la guerra,
y ahora es más fuerte,
un paso al frente
aquella montaña todo sanaba,
sin repercusión,
eso dijo,
como que el amor lo curaría todo
entonces quise sanar mi vida
amando la parca negra
vestida de estrella,
habló mi sangre,
permiso denegado
para atravesar el reino muerto,
introduzca clave de nuevo,
Amor es clave,
llave y designio,
sí pero de otro reino Föruq,
su Misión no ha terminado,
debe continuar su pèndiente,
guerraa, su tiempo no ha acabado,
inversa del azul,
pregunto callado,
sí es el rojo granate sangre escarlata,
tu doncella
del rocío más fresco,
de la fragancia inapagable
del aroma a todas las flores del valle,
Portón verdadero abierto,
empezó a soñar
su nueva vida desde su muerte.
Roto el nueve
queda besar a su Musa para siempre.



Förüq y Leannán-Sídhe

Comentarios

Entradas populares de este blog

Misión los Santos de la Humosa

  I Retiro sembrado frente la casa consistorial de los Santos de la Humosa; en una banca sentado en compañía la vetusta del lugar,  dos ancianos y una anciana de ternura en raíz,  senda de labriego sordo de tranquilidad acrisolada,  al reposo del sombrero y la azada,  de tórrido verano y pepinillos del diablo bajando sus matas  la iglesia de San Pedro. II De la vid a la higuera del patio rural con mecedora y fuentecilla azul,  un cuenco con pasas y  botijo de agua fresca,  saqué mi decencia a pasear las cuestas y callejas de encanto acompañado por fachadas centenarias que brillaban fortaleza en reposo era este un pueblo de gatos en tejados y sus calles,  decenas,  conté sus patitas,  y sus bigotes III Asomaban,  al titilar las palometas en farolas,  solos cantiles de aura luminosa. Vine buscando cumplimentar mi misión de cabala fantasmagórica y reliquias llevan sortilegios de almas herradoras,  por regias forjas en ventanas y portones madera añil al barniz. Me encara la emoción de afre

COSANTES Y ORIGINAL 2012 EN SANGRE ELEVARÉ MI CANTO AL CIELO

    DEIRDRE REINA MI DOLOR; COSANTES: I Poeta sin tiempo no expira, Deirdre palpitando siento. Escriba llaga lo antiguo Deshaciendo lo averiguo. Deirdre palpitando siento. El sentimiento es alado. Vuelvo en dicha desatado. Deirdre palpitando siento. Miel de dioses estado quo, desangrar rosa es inocuo. Deirdre palpitando siento. Poeta sin tiempo, alma expira, Deirdre palpitando siento. II Crece que late amapola Su sangre enraíza roja. Este el mío corazón. Vengo por besar razón. Su sangre enraíza roja. Vengo al amar, por tu aliento. Vengo a morder tu ardimiento. Su sangre enraíza roja. Fosa cava mi azadón, no era pena era sazón. Su sangre enraíza roja. Tierra y sangre, la amapola. Su sangre enraíza roja. III En horizonte sediento. Deirdre heroína mi dolor. Hasta llegar a las cimas. Robé el amor que amimas, Deirdre heroína mi dolor. Ven amada, liberemos, quita cadenas, volemos; Deirdre heroína mi dolor. Del placer entre calimas  envuelto, pena redimas. Deirdre heroína mi dolor. En horizon

Grillo en mano

  Tu grillo: febrero 12, 2021 Clareando su lividez por sotos vastos, reales, mi río navega. Entonado su bandoneón, dirige, blande mi grillo el afilar de su tercera cuerda. Entre el suelo de un ciprés enhiesto, rigen blandamente espigas rojas, jóvenes, juguetonas como si tuviesen sangre para sonreír al viento que pasa y no atraviesa. Reposa que aguarda el cráneo la tierra. Ay la tierra, hay de ella, sombras que complacen y acerban la mansa espera. Soliviar vetusto que Ninfas y Sátiros pastorean. II Es un tejado llorando por la piedra, con acequia desnuda de canalón; un cimiento que plañe la helada, y le agrieta el tiempo que ya no escapa. Sauce triste, abatido, con portón al mundo del grillo. Entre blanda grama fenece que acicala su alma. Entre un arpa estacional, y panales de ambrosía. A la lluvia primera abre su fiel Parnaso devorado entre caracoles sonoros. Grita la raíz acrisolada en ámbar de intelecto mayor. Cúspide de serena esfinge, y dolmen de divina pluma. III El grillo único p