I
Te observé
dialogando en un caos febril
de idea, tiempos mejores
ya no florecían,
debatías el peso de
buscar acompañante
como guitarra y flor
de clavel,
me vi brotando a tu lado
más desnudo que un Sol
de julio.
II
Quise tanto arroparte
que un sentimiento me enrolló,
a veces te veía
cual loba ártica enarenada,
miles, como luna danzarina,
vestida en tules floridos,
no había espejismo
osase dibujarte como quien
no eres, mi corazón
intranquilo, respiraba tu magia.
III
Lo contado no estaba escrito,
mi historia latía en tu seno
regada por tu cauce de sangre
yo, pobre diablo, respiro
tu fuego, y entre acordes
descifraba tus enredaderas,
y cerrojillos, un día
y te conté mis
ganas por juntarte a mis
ojos, no quise decir
pero puede que mi sentido
sea fundirme contigo
ser esencia sin nombre
Invicto,
El Inocente FÖRÜQ
Miguel Esteban Martínez García
Comentarios
Publicar un comentario