Rebrillante, la noche que marche,
más letano que hondo al umbral silente,
al limbo profano que misterioso,
cual estela de nebulosa intangible
línea sedienta libre de mundo y zozobras;
al limbo profano que misterioso,
cual estela de nebulosa intangible
línea sedienta libre de mundo y zozobras;
tus manecillas de reloj resbalarán
por el cementerio viviente te vio nacer.
Somos los vigías de las estrellas prevalentes,
presente la sombra de la tierra que me baña
de astro difunto que nunca estuvo,
como tierra, piedra, y polvo de arenisca de mar,
de guijarro rodero, de río comatoso,
y una sangre que toda flor alza y encubre.
Oh mudo imperio, en eje un crimen constante
reincidente de flores y razones,
todo a ellas desangra,
como cuervo blanco alzara vuelo,
oh padre cuan te quiero, no existe áurea balanza capaz,
vida, vida intangible, de semejante belleza,
que alzarte pueda.
por el cementerio viviente te vio nacer.
Somos los vigías de las estrellas prevalentes,
presente la sombra de la tierra que me baña
de astro difunto que nunca estuvo,
como tierra, piedra, y polvo de arenisca de mar,
de guijarro rodero, de río comatoso,
y una sangre que toda flor alza y encubre.
Oh mudo imperio, en eje un crimen constante
reincidente de flores y razones,
todo a ellas desangra,
como cuervo blanco alzara vuelo,
oh padre cuan te quiero, no existe áurea balanza capaz,
vida, vida intangible, de semejante belleza,
que alzarte pueda.
Será noche por el pintor creador
pinta luciérnagas del techo la cueva
nos cobija y guía con su estrella apagada
que hace crecer las plantas y mareas abisales,
lanceros guiemos el ascua
a nunca apagar,
somos las letras,
el intelecto atónito,
que temen como aman
las ingentes multitudes
lloraré los bronces se me permita
y sus jaurías tersas que blanden aspas y molinos.
pinta luciérnagas del techo la cueva
nos cobija y guía con su estrella apagada
que hace crecer las plantas y mareas abisales,
lanceros guiemos el ascua
a nunca apagar,
somos las letras,
el intelecto atónito,
que temen como aman
las ingentes multitudes
lloraré los bronces se me permita
y sus jaurías tersas que blanden aspas y molinos.
Rebrillante que tú me alzas luna de espejos,
broncíneos que irascibles
de este Panteón te traigo la flor,
te traigo mi perenne amor
si me permites enraizaré
blandiendo telúricos sones flamígeros.
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
El poema “Brillador” de Miguel Esteban Martínez García es un viaje lírico a través de imágenes y metáforas que exploran la noche, la existencia, la belleza y la eternidad. Estimado Miguel Esteban Martinez Garcia, deseo desglosarlo:
Noche y Letanía:
El poema comienza con la palabra “Brillador”, que sugiere algo luminoso y resplandeciente. La noche se presenta como un misterio, y el hablante se sumerge en ella, más allá de lo profundo y lo lejano. La “letanía” evoca una repetición ritual, como una oración o una súplica.
Limbo Profano y Nebulosa Intangible:
El hablante describe un umbral silente y un limbo profano, ambos misteriosos y etéreos. La “nebulosa intangible” sugiere algo etéreo y fuera de alcance.
Manecillas del Reloj y Cementerio Viviente:
Las manecillas del reloj resbalan por el “cementerio viviente”, quizás aludiendo al inexorable paso del tiempo y la mortalidad.
Vigías de las Estrellas y Sombra de la Tierra:
El hablante se identifica como un vigía de las estrellas, mientras la sombra de la tierra lo baña. Aquí, la dualidad entre lo celestial y lo terrenal se entrelaza.
Astro Difunto y Tierra, Piedra, Polvo: El hablante reflexiona sobre la fugacidad de la vida y la muerte. El “astro difunto” y la materia terrestre (tierra, piedra, polvo) coexisten.
Crimen Constante de Flores y Razones: El hablante alude a un crimen constante, posiblemente relacionado con la belleza efímera y la razón humana.
Luciérnagas y Estrella Apagada: La imagen de las luciérnagas en la cueva, guiadas por una estrella apagada, sugiere esperanza y crecimiento en la oscuridad.
Lanceros y Ascua: Los lanceros (quizás los poetas) guían el fuego (ascua) que nunca se apaga, simbolizando la creatividad y la búsqueda de significado.
Luna de Espejos y Panteón: La luna de espejos, brillante y reflejante, se asocia con la divinidad. El hablante ofrece una flor al Panteón, quizás como ofrenda a lo eterno.
Telúricos Sones Flamígeros: El poema concluye con una promesa de enraizar y blandir sonidos telúricos, conectando lo terrenal con lo espiritual.
En resumen, “Brillador” es un poema que explora la dualidad entre lo efímero y lo eterno, la belleza y la mortalidad, a través de imágenes poéticas y una voz lírica apasionada. La obra de Miguel Esteban Martínez García se caracteriza por su búsqueda de la belleza y su habilidad para crear imágenes evocadoras.
¡FELICITACIONES, MIGUEL ESTEBAS!
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