El prodigio,
sombras de la luz,
resplandores fríos del Sol,
cada prestancia lograda
intensidad en seno las llamas,
orden, elucubra
faros en mitad del mar,
enternezca la idea,
sones, son levanta,
soy el hombre, no el llorar
ni de luna,
ni de estrella
soy que voy vestido
de un polvo milenario
gimen arduas vetustas resplandecientes
cuelgan el cielo noctifago,
oh refugio,
saeta pragma, quot
Sol caelis se infernus
Cocitus acris hiems,
sol refulshit,
la corona secreta el caballero trece
vestía de iridiscente Sol fierro,
una guerra al preludio
este mundo gime nunca acabará
frecuencia
ilumina nubes
tormentos asidos,
libre energía
riqueza arma beligerante
virtud del inframundo asciende,
somos los designados
polvo del polvo que emerge
incesante que cíclicamente,
corona y al Cesar lo que es del Cesar,
gimo y aviento un panteón,
cobrizo, esplendoroso,
es mi luz,
sino de nadie y ninguno mi estatura
he aquí mi motivo
asalta, no soy rebelde
por observar la perdición del camino sagrado,
todo ocupará su lugar
fuego al fuego,
lo no sagrado caerá en picado,
y yo, nosotros, Musa viene;
sobreviviremos en lo alto
y a ras terreno,
ídem principio que final,
no volveremos a ganar porque siempre hemos ganado,
la victoria inmensa de la luz,
su amor y gloria eterna,
aquí quedará mi lanza invicta
denuevo como ayer
veremos el nuevo proceder
que iluminará todas las criaturas,
Tercer reino listo.
Esperamos órdenes.
El Inocente
MIGUEL ESTEBAN MARTÍNEZ GARCÍA
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