Latido atónito a tu resorte sin voz eco de penumbra sola resplandor flamígero al tacto, destello terso sin eje ni fundación, todo cuenta llameante tu obscuridad dime tu nombre dime tu ascua que pueda ver, allá las voces, allá las sombras. Esperanza en manos del Sol, en manos del pecado, si me salvas yo no te salvaré allá los anillos solares algo que trascender, todo por elucubrarte, amplitud de alas obscuras un monte es mi deseo, pero no nací cabra ni vencejo, solísima hoguera de alacridad extensa dios de sí mismo, estoy empezando algo dentro tuya, si acabo no preguntes por mí, ni de custodio ni vigía tu ánima, seré el nacido sin nombre deidad poderosa, que mistérica llaman al númen, miseria perdida, espada de tersitura que hada iguala, mi espada zorro, oh Setanta, Deirdre, Diancech no bailarás más sola, pintaré el viento arcano, repique mi bramido, resplandor sordo, mis espuelas veloces, cabalgo contigo, que sin mí no cabalgarás, horizontes sedientos y terruños victo...